Todos los que tenemos perros conocemos la temida enfermedad llamada Leishmaniosis, una enfermedad que se trasmite a través de la picadura de un mosquito que pertenece al género Phlebotomus y cuyos síntomas principales son: perdida de pelo sobre todo en ojos, nariz y orejas, fiebre, pérdida de peso e incluso en muchos casos se ha observado síntomas de insuficiencia renal.
La temporada de peligro comienza en mayo que es cuando empieza a venir el calor y finaliza sobre el mes de octubre. Una vez llega el invierno el riesgo desaparece ya que los mosquitos permanecen en larvas cuaternarias y son inofensivas.
Por suerte, podemos encontrar en el mercado una nueva vacuna contra la Leishmania llamada CaniLeish.
Con ella nuestro perro reduce el riesgo de contagio de este patógeno mediante la administración de proteínas extraídas del parásito, que el sistema inmunológico aprende a detectar y combatir.
Sólo se aplica a aquellos perros que no hayan sido contagiados y a partir de los 6 meses de vida, aplicándose otras dos más con un intervalo de tres semanas cada una. Para aplicarla debemos acudir a nuestro veterinario quien dictaminará si se requiere o no su aplicación en cada caso específico.
De los estudios sobre esta vacuna se pueden extraer conclusiones satisfactorias ya que se confirmó su total seguridad para la salud y se pudo comprobar un importante descenso de contagio en zonas de campo seleccionadas.
Algunas mascotas han experimentado, en la zona donde se les ha administrado la vacuna, enrojecimientos, inflamaciones, dolor o que el animal se muestre apático, todos de carácter temporal y poco alarmantes.
En conclusión, se trata de una vacuna efectiva y segura ya que me parece que es una buena opción para cuidar la salud de nuestra mascota siempre y cuando antes consultemos con nuestro veterinario su aplicación.
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